Menos emisiones, más salud: Deepal y Changan, el impacto de la movilidad eléctrica en la calidad del aire en Colombia. La relación entre movilidad urbana y salud pública en Colombia es cada vez más clara. En las principales ciudades del país, la contaminación del aire causada por vehículos de combustión interna sigue siendo una de las amenazas más serias para la calidad de vida.

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La contaminación del aire y su efecto en la salud pública
Diversos estudios en salud ambiental señalan que enfermedades respiratorias como el asma, la EPOC y las infecciones pulmonares se agravan por la exposición prolongada a contaminantes como el material particulado fino (PM2.5). En este contexto, la necesidad de reimaginar el sistema de transporte colombiano va más allá de una discusión tecnológica: es un asunto de salud pública urgente.
Un parque automotor numeroso, pero aún poco electrificado
Colombia supera los 18 millones de vehículos en circulación, una cifra que continúa en aumento con el paso de los años. Sin embargo, la participación de tecnologías limpias sigue siendo reducida: los autos eléctricos y los híbridos enchufables representan menos del 2% del total. Aunque la adopción de vehículos cero emisiones ha crecido, todavía no es suficiente para revertir el impacto ambiental y sanitario que deja el uso masivo de motores de combustión, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas.
Ciudades donde las fuentes móviles dominan la contaminación
En capitales como Bogotá, Medellín y Bucaramanga, las fuentes móviles —carros, motos, buses y camiones— son responsables de más del 70% de la carga contaminante. Esto significa que la mayor parte del aire que respiran los ciudadanos está directamente afectado por el tráfico. La movilidad eléctrica, al eliminar las emisiones locales, se vuelve una herramienta determinante para reducir la exposición a los contaminantes que más afectan el sistema respiratorio. Para quienes viven cerca de avenidas principales o corredores con alto flujo vehicular, este cambio tecnológico puede representar una diferencia real en su salud.
Una visión de movilidad que piensa en la salud
Desde su llegada al país, Deepal y Changan han impulsado una visión de movilidad sostenible que supera el enfoque tradicional centrado solo en eficiencia energética. Para estas marcas, avanzar hacia vehículos eléctricos implica también atender un componente social fundamental: mejorar las condiciones de vida en las ciudades. La contaminación del aire no distingue edades ni sectores, pero sí afecta con mayor fuerza a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Promover tecnologías sin emisiones locales es, en ese sentido, una decisión que protege a las poblaciones más vulnerables.
Innovación tecnológica con responsabilidad social
El compromiso de Deepal y Changan en Colombia se ha guiado por un enfoque que integra desarrollo tecnológico con responsabilidad social. Sus iniciativas incluyen ampliar el acceso a vehículos cero emisiones locales, apoyar la construcción de infraestructura de carga y fortalecer espacios de conversación sobre salud urbana y sostenibilidad. Esta visión busca que la movilidad eléctrica no se quede únicamente en avances técnicos, sino que contribuya directamente a ciudades más limpias, seguras y saludables.
Un reto compartido entre industria, gobiernos y ciudadanía
La movilidad eléctrica no puede avanzar de manera aislada ni depender únicamente de la decisión de los consumidores. Requiere políticas públicas coherentes, incentivos que faciliten la transición, infraestructura que responda a los patrones de movilidad y una ciudadanía informada que valore los beneficios ambientales y sanitarios. La industria automotriz, por su parte, tiene el desafío de ofrecer soluciones accesibles, confiables y sostenibles que ayuden a enfrentar problemas urbanos complejos como la polución del aire.
Hacia ciudades más habitables
La reducción de enfermedades respiratorias es uno de los beneficios más importantes —y menos mencionados— de la transición hacia la movilidad eléctrica. Mientras Colombia continúa ampliando su oferta de vehículos cero emisiones, la conversación también debe enfocarse en el bienestar colectivo. Respirar aire limpio no debería ser un privilegio, sino un estándar urbano. Apostar por tecnologías sin emisiones es una manera concreta de avanzar hacia ese objetivo, permitiendo que las ciudades colombianas se muevan de forma más eficiente, saludable y sostenible.
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