La gasolina sube, el kilovatio baja: el vehículo eléctrico como alternativa económica y sostenible en Colombia. En Colombia, el precio de la gasolina ha superado ya los $16.000 por galón en varias ciudades, lo que ha generado preocupación entre conductores y transportadores.

Más sobre vehículos eléctricos solo en: Mujeres Al Volante
Un contexto marcado por el alza de los combustibles
Este incremento ha vuelto a poner en el centro del debate las alternativas de movilidad, particularmente aquellas que no dependen de combustibles fósiles. En ese escenario, los vehículos eléctricos e híbridos se consolidan como una opción que combina sostenibilidad ambiental con beneficios directos en la economía de los hogares.
Según cálculos de Changan y Deepal, un conductor que recorra en promedio 1.200 km al mes puede ahorrar hasta $8 millones de pesos anuales al cambiar un vehículo a combustión por uno eléctrico. La diferencia radica en los costos: mientras la carga de un eléctrico equivale a pagar entre $600 y $700 por kWh, llenar un tanque de gasolina puede superar los $250.000, dependiendo del modelo y la ciudad.
Ahorro que se traduce en calidad de vida
El ahorro no es un asunto menor. Para muchas familias, representa la posibilidad de liberar recursos que antes se destinaban al combustible y redirigirlos a educación, salud o vivienda. En un contexto económico desafiante, con el precio de los combustibles al alza, la estabilidad del costo de la energía eléctrica se presenta como un factor decisivo.
“El costo de la energía eléctrica en Colombia se mantiene mucho más estable que el de la gasolina, lo que hace que el vehículo eléctrico sea no solo una alternativa ambiental, sino también una solución de eficiencia económica. Nuestro compromiso es acercar esta tecnología a más colombianos, con respaldo, cobertura nacional y vehículos que cumplen los más altos estándares internacionales”, explicó Juan Carlos López, gerente general de Deepal y Changan en Colombia.
Un impacto ambiental positivo
Más allá del bolsillo, la movilidad eléctrica también ofrece beneficios ambientales. La sustitución de un vehículo a gasolina por uno eléctrico permite reducir en promedio más de tres toneladas de CO₂ por año, una cifra significativa frente a los retos que enfrenta el país en términos de cambio climático y calidad del aire en las ciudades.
De acuerdo con el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), en Colombia ya circulan más de 27.000 vehículos eléctricos, lo que representa un crecimiento del 52% interanual. Este avance responde tanto a los incentivos gubernamentales como al interés creciente de los consumidores en alternativas más sostenibles y económicas.
Un mercado en crecimiento
Aunque los eléctricos aún representan cerca del 3% de las ventas de vehículos nuevos en el país, la proyección es clara: podrían alcanzar el 10% para 2030 si la tendencia se mantiene y la infraestructura de recarga continúa expandiéndose. En este camino, modelos como los Deepal S07 y S05 buscan demostrar que los eléctricos no son un lujo reservado para unos pocos, sino una decisión inteligente y accesible.
Movilidad eléctrica: de lo tecnológico a lo económico
La discusión sobre los vehículos eléctricos en Colombia ya no se limita a lo tecnológico. Hoy se trata de un asunto de accesibilidad económica y sostenibilidad, dos factores que definen el futuro inmediato del transporte. En un país donde el transporte público y privado tiene un peso decisivo en la vida diaria, el costo de mover un vehículo es un tema sensible que impacta tanto a hogares como a empresas.
La estabilidad del precio del kilovatio, frente a la volatilidad de la gasolina, hace que los eléctricos se conviertan en una alternativa cada vez más atractiva para quienes buscan planificar sus finanzas a largo plazo.
Deepal, Changan y el respaldo del Grupo Vardí
En Colombia, Deepal y Changan cuentan con el respaldo del Grupo Vardí, un conglomerado con más de 65 años de trayectoria en la importación, comercialización y distribución de vehículos. A través de Com-Automotriz S.A., el grupo comercializa la marca Changan y fortalece su compromiso con la innovación y la movilidad sostenible.
Además, el Grupo Vardí aporta una amplia red de posventa, repuestos, seguros y financiación, lo que garantiza a los usuarios un ecosistema completo para dar el salto hacia la movilidad eléctrica con confianza y respaldo.
Una transición necesaria
El panorama es claro: mientras la gasolina sigue en ascenso, la electricidad se mantiene como una opción estable y accesible. La movilidad eléctrica no solo es un camino hacia la sostenibilidad ambiental, sino también hacia la eficiencia económica y la independencia frente a la volatilidad de los combustibles fósiles.
El reto está en acelerar la infraestructura de recarga, mantener incentivos que faciliten el acceso y fomentar la confianza en esta tecnología. De cumplirse estas condiciones, Colombia podría ver cómo los eléctricos dejan de ser una minoría para convertirse en protagonistas de una movilidad más limpia, eficiente y resiliente.
Más historias y experiencias en la industria automotriz solo en: Mujeres Al Volante